lunes, 6 de diciembre de 2010

La "Salida Básica", paradigma de una cierta concepción (ante todo, coreográfica) del tango

Dedicaré este artículo a la estructura o combinación de pasos más famosa de cuantas existen en el tango: la salida básica. Explicaré el porqué de su fama e intentaré contribuir a delimitarla o, mejor, a limitarla en el futuro. El propio nombre de "salida" es curioso cuando pensamos que normalmente se utiliza más para "entrar" o, mejor dicho, para mantenerse en la danza, que para salir de ella. Ello es, probablemente, sintomático de su relación de origen con los espectáculos de tango de los años sesenta a los noventa (en los cuales la salida básica se empleaba intensivamente), donde los bailarines "salen" a escena a exponer el producto de sus ensayos.

Todavía muchos profesores de tango definen esta combinación de pasos como "el paso de base del tango" y lo utilizan desde el principio en sus enseñanzas. Más allá de que pueda ser de utilidad emplear lo que denominamos "estructuras" (combinaciones lógicas o taxonómicamente coherentes de pasos) para divulgar un mensaje o proponer una práctica, hay que desmitificar la denominada "salida básica" porque, ni es el paso de base del tango (el tango no tiene paso de base, lo que explica su ilimitada riqueza potencial), ni es realmente tan "básica", ni los movimientos propuestos en su enseñanza son los únicos posibles para alcanzar los objetivos pedagógicos y enseñar correctamente el tango a partir de sus verdaderas bases. De hecho su enseñanza (al igual que la de otras combinaciones de pasos aprendidos de memoria) ha contribuído, durante décadas, a acartonar el baile de las personas, a restringir la escucha mútua en el seno de la pareja y a limitar las posibilidades de creatividad, improvisación, juego y definición de un estilo personal.

Lo que denominamos "salida básica" es una secuencia de ocho pasos realizada normalmente en sistema paralelo (el hombre y la mujer pisan al mismo tiempo y están enfrentados), que integra pasos lineales, pasos laterales, cruce de la mujer, cambio de peso y (cuando está bien hecha) disociación para la marca. Esta secuencia surgió a partir de la "salida cuadrada" de seis pasos (que al parecer se practicaba de manera definida desde los años treinta), cuando se introdujo el cruce de la mujer y los cambios de peso como "receta" para marcar el cruce adelante (y eventualmente proseguir con ochos adelante, con giros, etc.), o bien para terminar la secuencia sin modificar la dirección del baile (podemos ver un ejemplo de esta manera de ver las cosas en: http://www.discepolintango.com.ar/escuela/elbaile/pages/elochadel.html). La nueva secuencia tenía, además, la ventaja de ajustar el número de pasos prescrito (ocho pasos), al compás musical en cuatro tiempos (dos compases = ocho tiempos).

Esta secuencia ganó popularidad al tiempo que el tango iba entrando en decadencia cuando, a partir de finales de los años cincuenta, se inventaron y promovieron los espectáculos de tango coreografiado exportables, así como un nuevo tipo de clases basado en este tango de secuencias memorizadas y catalogadas, que de algún modo daban la ilusión a los alumnos principiantes de poder realizar rápidamente combinaciones complejas y de algún modo inteligibles. Juan Carlos Copes, seguramente el primer bailarín de tango realmente profesional, intervino en la fundación de esta nueva pedagogía del tango, pero no fue el único (Antonio Todaro y Raúl Bravo, etc.). Por otra parte, tanto los espectáculos como las enseñanzas de este tango "for export" eran asumidos a un segundo nivel por bailarines que, muchas veces, no tenían una base de tango pero sí una formación para ejecuciones de baile coreografiado y una suficiente presencia escénica. En esos casos, no eran los tradicionales milongeros de Buenos Aires los responsables de la transmisión.

De este modo, la salida básica se acabó tomando como referencia a la hora de "cartografiar" pasos secuenciados y se empezó a identificar el paso atrás del pié derecho del hombre como "el 1 de la básica" (el paso adelante del pié derecho del hombre sería el 3), el paso lateral izquierdo como "el 2 de la básica" (el paso lateral derecho sería el 7), el cruce de la mujer como "el 5 de la básica", etc. Todo ello, esquemas absolutamente prescindibles que, más que facilitar, limitan y a la larga complican el aprendizaje y la progresión de nivel del baile. Baste por empezar la salida básica de lado, en lugar de empezarla hacia atras, para que se desbarajuste todo el sistema contable.

El Tango es en esencia un baile de improvisación y no hay ninguna razón para que un paso se efectúe de manera automática y codificada, sino que debe ser un producto de la propia dinámica de la danza, de la claridad sutil de quién tiene la responsabilidad de guía y de la calidad en la escucha mútua de la pareja. Ese paso responde a la comunicación entre la pareja en el marco de un tiempo musical y de un espacio de baile. Tampoco hay razón para que un tema musical se interprete bajo una lógica refleja de encadenamiento secuencial de los pasos, sino que cada secuencia se puede construir sobre la marcha (salvo excepciones de coreografías conscientemente preparadas), apoyándose uno en las bases del tango, en su estilo y limitaciones, en la circunstancia ambiental y en su conocimiento del tema bailado. En ese contexto, la mujer puede realmente relajarse, sentir el tango guiado y dejarse llevar por la dinámica de la danza. Para bailar bien no es necesario acumular una colección de secuencias en la memoria sino que, lo más importante, es saber ejecutar, guiar y seguir cada paso, uno tras otro.

En consecuencia, nada justifica el seguir apuntalando el aprendizaje del tango en fórmulas puramente mnemotécnicas como la propuesta por la salida básica, aunque evidentemente pueda emplearse esta secuencia, al igual que otras, como instrumento de mediación a la hora de practicar el tango caminado o las diferentes estructuras tanguísticas (giros, barridas, sacadas, ganchos, estructuras del tango nuevo, etc). Por supuesto, la salida básica tampoco es realmente útil para marcar el cruce adelante de la mujer o para realizar el ocho adelante, ya que es mucho más natural u "orgánico" hacerlo mediante un simple cambio de peso del hombre o de la mujer, que puede hacerse tanto en estática como en dinámica, pero que requiere un conocimiento mínimo de las bases del tango.

Como hemos dicho antes, la salida básica no es realmente tan básica, ¿por qué? Pues, sencillamente, porque intervienen la disociación y el abrazo, los cuales permiten en este caso llevar a la mujer al cruce, y que tanto la disociación como el abrazo deben entenderse y trabajarse previamente al aprendizaje de las secuencias en que ambos elementos intervienen. Muchas generaciones de bailarines han empleado la salida básica, durante años, confiando en el automatismo de un cruce no marcado o, lo que es casi peor, marcado mediante un empuje más o menos violento del antebrazo contra el costado de la mujer, cuando ésta se "olvidaba" de aplicar la receta aprendida.

Además, se trata de una secuencia que, como todas en el tango, admite múltiples variantes las cuales, si se propone como método de trabajo, también deberían explicarse y practicarse para evitar la memorización y fomentar un trabajo más en profundidad. Por ejemplo: puede arrancarse en diferentes direcciones aún respetando los ocho pasos, puede realizarse enteramente en simetría hacia el otro lado, puede eliminarse el cruce de la mujer, puede realizarse parcialmente en sistema cruzado (cambio de peso de uno de los bailarines), puede introducirse algún paso girado, puede cortarse o hibridarse con otras combinaciones de pasos, etc.

Para terminar nos preguntaremos, por alusiones previas: ¿Cuáles son las "verdaderas" bases del tango bailado? ¿Cuál sería el paso de base del tango, si hubiese que definir uno? Responderemos muy brevemente a ambas cuestiones. Las bases del tango bailado tienen que ver con conceptos como los siguientes: eje (tanto corporal como de la pareja), disociación, respiración, abrazo (y flexibilidad en el abrazo), claridad y sutileza, escucha (mútua), musicalidad, creatividad, espacio... Y si nos vemos obligados a definir un paso de base para el tango, entonces sólo diremos que es el paso natural de los bípedos que somos y que, primeramente, requiere distribuir el peso sobre la pierna de apoyo (izquierda o derecha) y, después, desplazarlo mediante un simple paso que puede realizarse preferentemente en las cuatro direcciones (adelante, atrás, izquierda, derecha) o, también, en el mismo lugar.

2 comentarios:

  1. José desde Argentina, Necochea comparto plenamente tus conceptos y estoy trabajando en prácticas donde difundimos y aprendemos a bailar el Tango. Absolutamente de acuerdo con vos. De paso te pido prestada la frase "Animate a descubrir el Tango".

    El facebook es almacen murillo y mi mail arqgentili@speedy.com.ar o almacenmurillo@speedy.com.ar
    Gracias y exitos

    Pepe Gentili

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  2. Pepe, muchas gracias por tu comentario, ello me animaría fuertemente a seguir escribendo sobre mis conocimientos o concepciones del tango, si no fuera por mi actual falta de tiempo. De todos modos, gracias y ánimo con tus prácticas de Nocochea.

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