El Tango Argentino

Es uno de los bailes de pareja por excelencia y, por lo que es en sí y lo que representa, requiere un aprendizaje específico.


El tango argentino no tiene paso de base y su esencia no son tanto los estilos y las figuras aprendidos más o menos de memoria, como la musicalidad, la improvisación, la creatividad, la escucha y la transmisión del movimiento y de la emoción.
Se trata de un baile en el cual son fundamentales la respiración y el equilibrio, lo que le asemeja sorprendentemente a disciplinas orientales como el yoga o el Tai Chi.
Al mismo tiempo, su dimensión técnica, su íntima relación con los compases musicales (del tango, la milonga, el candombe, el vals criollo…) y su diálogo con el espacio de baile, le acercan más de lo que podríamos pensar a disciplinas como las matemáticas, la lógica, la educación física o la expresión escénica, por poner unos ejemplos.
Es bien conocida la relación del tango con los sentimientos y con la pasión, con la belleza de su música y con la poesía de sus letras, pero las capacidades expresivas y artísticas de los bailarines no pueden sino mejorar con un adecuado y progresivo aprendizaje técnico.

¿Se trata el tango de un baile difícil? La respuesta es: sí y no.
Si por difícil entendemos que, en general, el alumno no alcance un nivel elevado de baile en poco tiempo, entonces sí que se puede calificar de difícil. El nivel de progresión medio del aprendizaje del tango es el siguiente: un año para el nivel principiante, otro año para el nivel intermedio y un año más para un nivel que se pueda empezar a calificar de avanzado. Como en el caso del aprendizaje de un idioma, cuanto más sabes, más te cuesta perfeccionarte, lo cual es un desafío muy interesante que apasiona a los aficionados al tango.
Ahora bien, si por difícil entendemos imposible de bailar, de comunicar y de disfrutar cuando no se tiene todavía un gran nivel, entonces el tango no es un baile difícil. En poco tiempo se pueden aprender las bases del tango y emplearlas para bailar con cualquiera que comparta esas bases y para progresar. Si continuamos comparando el tango con un idioma que puede servir para comunicarnos aunque tengamos un bajo nivel, podemos afirmar que con el tango uno puede comunicarse, sin ningún tipo de problemas, con la comunidad de “tangueros”, que es cada vez más numerosa, en cualquier parte del mundo.